Ya llevo roto el frasco del jabón de manos (el cuarto de baño está lleno de cachitos de porcelana y cada que lo friego sale espuma), una vaso de cristal (la cocina está llena de trocitos de cristal) y hoy viendo que no se animaba el tiempo, he organizado mi propia nevada con el polvo de toner de la fotocopiadora (ohhh, negra post-navidad!!).
Mi mejor amiga es la aspiradora, de eso estoy segura. Junto con la escoba, recogedor y fregona.
Y tengo suerte porque de momento no me he clavado ningún trocito chiquitín de cristal, que se ocultan en cada uno de los rincones de las habitaciones donde he roto algo. Sé que están ahí esperando la ocasión.
Menos mal que el vaso no es de mis favoritos porque encima me tocaría el marrón de culpabilizarme. Y es que como pasa con muchas cosas en la vida, cuando algo se rompe el pegarlo no siempre lo arregla. Siempre queda la marca y algún cristal que hace pupita.

En fin, que me limitaré a usar los vasos del Ikea, que si los rompo todos ya tengo la excusa perfecta para cambiar la cristalería.
Y si os acercais a mi, por favor, poneros una pegatina de "FRAGIL"... por si acaso ;-).
Besostes con supeglue!!
PD: La foto no es mía si no de Netream.