Amos, en cristiano, el momiji español.
Aunque gente mucho más enterada lo explica mejor que yo, simplificándolo simplemente es el cambio de color de las hojas que se produce en otoño. Claro, que tal y como pude comprobar el año pasado en Japón hay sitios en los que es sobrecogedor el paisaje que componen los árboles de hojas verdes, amarillas, naranjas, rojas y granates (os dejo este enlace a un album de Flickr del que me gustan mucho las fotos, aunque sean pocas -podeis encontrar muchísimas fotos momiji por ahí-).
Este año lo de viajar de nuevo a tierras lejanas lo dejo por imposible, salvo que se reforme el Estatuto de los Trabajadores y determinen que las vacaciones son de 60 días. Así que resignada a no verlo tras una visita al hayedo de Montejo en el que aún no había comenzado el cambio, es al volver a casa cuando me doy cuenta que no necesitaba moverme para nada.
En el jardín de mi comunidad solo tenemos 7 arbolillos, pero ¡sorpresa! No solo sirven para criar orugas, sino también para darme mi dosis de もみじ (^_^)v. El año pasado estaban recien plantados y no tenían ninguna hoja pero este año mirad:
Aunque las hojas están ya un poco pochetas, ese tono rojizo me alegra el espíritu. Así que la barra de もみじパワー la tengo casi llena, y ya falta poco para ver a 青木.
Asi que esto me reflexionar sobre que tengo que fijarme mucho más en lo que me rodea, que a veces el ir tan deprisa hace que me pierda los matices rojizos de la vida (en lo de los árboles me excusa el salir por la mañana con los ojos llenos de legañas y volver cuando ya está practicamente oscurecido).
Besotes!
domingo, 7 de octubre de 2007
スペイン の もみじ
Publicado por
Aoki
en
9:45
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Etiquetas:
especial,
pequeñas maravillas
5 comentarios:
Solo diré: quéee gooooniiiitooo
¿A que si? Ahora cuando veo a los pequeños terroristas dandoles balonazos a los árboles me dan una ganas de..... nada bueno, nada bueno.
Pues es precioso, la verdad. Sobretodo, remarcar lo sorprendente de que crezca un árbol así en esa ciudad sin ley, con traficantes encubiertos y peor aun, niños.
En cuanto a 青木, le damos mucho amor y se le cuida como a un renacuajo, pero esta claro que el tiempo está tonto y no ha llegado el fresquete por aquí, que es lo que le dice...Que te me pongas rojo, leñe!
En cualquier caso, la época de ver los tonos rojizos es, como muchas otras cosas, una época, con su principio y su fin. Hay temporadas en que los matices rojos pasan desapercibidos, y pese a que sabes que hay algunos otoños más grises que otros sabes que no dejarán de venir otoños con los que maravillarte de su esplendor.
Ya sabes, cuenta con uno que yo me se para verlos todos.
Besazos, guapa!
A mi lo que me gusta más del Otoño es u luz. Las tardes de sol, que calientan pero no queman, con la luz cálida y ambarina, como si se pudiese congelar el momento.
¡Que preciosos!
Ni me imagino cuando tengan un par de metros mas de altura. 8¬ooo
¡Tendremos que hacer cola para visionarlos!
Un premio para el diseñador del jardin.
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