El mochi es un dulce típico japones preparado con arroz glutinoso que se muele. Su preparación a la manera tradicional es bastante espectacular, se realiza entre dos personas: uno golpea el arroz en el mortero con una maza y otro que arriesga la integridad de sus manos volteándolo constantemente.
El resultado es una masa pegajosísima con la que preparan diversas especialidades.
Concretamente, el mochi que me han traido es típico de Kyoto y se llama "yatsuhashi" -八ツ橋 (やつはし). Traducido literalmente significa "ocho puentes". La pasta de mochi se adereza con azúcar, canela y otras especias y se rellena con pasta de judias.
De todos modos lo que más me gusta de este tipo de cosas, es la manera en que los japoneses se preocupan por el packaging, en castellano, lo precioso que es el envoltorio. Realizan pequeñas obras de arte que realmente dan pena estropear e incluso comer.
Personalmente el mochi me encanta, aunque como he comprobado no a todo el mundo le gusta: unos piensan que es insulso (lo cierto es que nuestros dulces lo son mucho más que los suyos), a otros le disgusta la textura del mochi. Pero lo que es indiscutible es que visualmente son pequeñas maravillas.
Asi que esta mañana antes de salir por ahí probé una pieza de cada del yatsuhashi y mi veredicto: ummmmmmmmm, yummiiiiiii.
Eso sí, comiéndolo en pequeñas dosis, que el mochi tiene más calorías de las que se podría pensar y te lías, te lías, y cuando te has dado cuenta has cubierto las necesidades energéticas para 2 meses.
Besostes!!
PD: el fondo de las fotos es mi precioso furoshiki rojo y morado con flores de sakura (cerezo) (^_^).
PD2: os dejo el enlace a la empresa que lo produce おたべ